Expatriados en Barcelona


Partir puede ser toda una aventura. Y Barcelona, con sus aires de gran urbe y mestizajes culturales, es uno de los destinos europeos predilectos para abrirse camino. Dos argentinos comparten desde allí sus experiencias.


“En Argentina nunca ves el horizonte”

Para el barilochense Alejandro Rolandi (24 años) conocer Barcelona había sido un sueño desde chico. Este año, con la “firme idea” de que “en Argentina poco iba a poder crecer”, armó las valijas dispuesto a expatriarse.

“Viví 3 años en Buenos Aires, viendo qué tal me adaptaba estando lejos de casa y haciendo la experiencia de vivir solo. Y fue en el 2007 que tomé la decisión de irme… Durante los 6 meses que llevo en Barcelona, hice más amigos que en 10 años en Argentina. Supongo que la necesidad de estar contenido, o de saber que hay gente que está en la misma situación que uno, lo lleva a relacionarse más y a mirar las cosas desde otra óptica. Fue un cambio brusco, ya que si bien dicen que Europa empieza del otro lado de los Pirineos, Barcelona es una ciudad muy cosmopolita y muy llena de costumbres europeas. Me adapté muy rápido, porque cambiar una ciudad tan loca como Buenos Aires, a la tranquilidad y funcionalidad de Barcelona, es fácil. Aquí las cosas funcionan, hay mucho respeto por el prójimo y por la autoridad. Sin ir más lejos, el sistema de transporte urbano de Barcelona es muy eficiente, todos los metros y buses tienen aire acondicionado, cumplen los horarios, te atienden bien. Me di cuenta que trabajando la misma cantidad de horas y al mismo ritmo en trabajos similares aquí y allá, llego al viernes mucho más relajado que si viviera en Buenos Aires. Hasta ahora, nada me resultó difícil. Lo que quizás me resulte difícil sea volver a Argentina, donde nada funciona”.

Conectados

“Desde que vivía en Buenos Aires que mi familia se ha ido acostumbrando a utilizar las herramientas de internet, a tal punto que mis padres hoy tienen una portátil, usan Skype, tienen Facebook y más de una vez, chatean conmigo desde algún bar del centro de Bariloche. Algo que ellos no creían posible cuando yo todavía vivía con ellos…”.

Yo me quedo

“Mi posición es: siendo inteligente, innovador y buena persona, en Argentina no llegás a ningún lado. Por eso, mientras veía cómo el barco se hundía, incluso en la peor época de España, decidí bajarme y que se hunda pero sin mí. Aquí en España puedo estar bien a pesar de la crisis. O sea, se cobra poco, pero sabemos dónde está el horizonte y cuándo las cosas van a empezar a mejorar. En Argentina nunca ves el horizonte. A mí lo que me preocupa que Zapatero haga las cosas bien y que los que vote para el Parlamento Europeo tomen las decisiones correctas.

Aquí trabajo en un banco, en el área de sistemas. Tengo un puesto de mucha responsabilidad y estoy muy contento con eso. El año que viene cuando toda mi situación mejore y logre estabilizarme –porque todos pagamos derecho de piso- tengo ganas de empezar a estudiar una carrera, viajar por Europa ya que es más fácil cobrando en euros y estando en Barcelona, que es la puerta de Europa. Estoy muy bien aquí. El que se quiera volver, que se vuelva… Yo me quedo”.

“Me gustaría volver, y por mucho tiempo”

Alex (39 años), oriundo de la ciudad cordobesa de Villa Dolores pero adoptivo de San Miguel (Buenos Aires), vive en Barcelona desde principios de 2003.

“Lo decidí influenciado en parte por mi hermana mayor, que actualmente vive en Barcelona, y con la cual a los 4 meses de llegar rompí relaciones. Partí con la idea de ver qué podría pasar aquí, con las expectativas de todo el que sale de su país sin saber cuándo volverá y qué es lo que podrá conseguir en un lugar nuevo y desconocido. Y las primeras impresiones quizás fueron las de encontrar todo ordenado, limpio y formal. Pero claro que luego esas maravillas van desapareciendo poco a poco.

Me adapté sin sobresaltos, quizás por la compañía en ese momento de la familia que aquí creía tener; las amistades vinieron de ese lado, aunque algunas se perdieron en el camino muy rápido y otras en cambio aun hoy las conservo. Lo que me resultó difícil fue entender al principio es que aquí el dinero tenía otro valor… No podía seguir pensando en pesos argentinos… en Argentina con 5 euros podía comprar muchas cosas y entonces aquí todo me parecía caro, pero me estaba equivocando de concepto…”.

Sin papeles

“De aquí me gusta que, de momento, puedo seguir saliendo a la calle tranquilo a pesar de ser un ilegal aún… Decía, salir sin miedo a que me roben o peor, que te maten por nada. Aunque con esta crisis ya se empiezan a  ver algunas cosas de esas en la calle y ahí es cuando lo flipo… Aquí he trabajado en varias cosas, como todos los nuevos creo. Hace casi un año se me dio por montar un pequeño grupo de reparto de publicidad y buzoneo comercial, algo que va muy bien: los buzones de las casas siempre tienen propagandas de todo tipo, y así fue cómo con un amigo del Paraguay nos armamos una pequeña oficina en mi casa, empezamos a comentar lo que hacíamos en internet y locutorios, y conseguimos varios clientes. Actualmente trabajamos en esto unas 10 personas y tenemos como perspectivas conseguir más clientes grandes y poder regularizar mi situación para blanquear lo que hacemos, y de paso poder blanquear al resto, ya que ninguno de nosotros tenemos los papeles todavía”.

Nostalgias

“¡Se extraña, claro! Al principio no llegás a darte cuenta que extrañás porque no dejás de sorprenderte de las cosas y lugares que vas conociendo. Luego con el tiempo empezás a desear que aquellos que allí dejaste estuvieran aquí y poder compartirlo. Ahí es cuando empezás a extrañar a tus amigos, tu casa, tus cosas, los olores, la gente…

Regresar, me gustaría, pero no sé… Tendría que ser con bastante dinero para poder estar bien allá y ayudar a los que alguna vez me ayudaron a mí. Quizás mi destino sea estar aquí. Pero claro que me gustaría volver, y por mucho tiempo…”.

Publicado en 30NOTICIAS el 16/09/09, EDICIÓN IMPRESA, nota 2

2 Respuestas a “Expatriados en Barcelona

    • Me encanto leer esto, me deja seguir soñando que me puedo lanzar a una aventura, y, nueva vida sin conocer absolutamente nada.
      Estoy ahorrando para irme a vivir a cualquier lugar de europa..Exitos!!!

      Silvio.

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